El Hierro revive un nuevo 'enero negro' justo un año después de las inundaciones.
Quiso el destino que un año después de las intensas lluvias registradas en la isla en enero de 2007, la isla de El Hierro volviera a revivir su particular “enero negro”, pero esta vez en forma de rachas de viento huracanado que han llegado a superar, en algunas zonas, los 120 kilómetros por hora.
Aunque no hay comparación posible entre el desastre ocurrido en la isla en enero del pasado año, donde cientos de personas se quedaron sin hogar, se destruyeron carreteras, se ahogaron animales y se perdieron cosechas enteras; la climatología adversa ha vuelto a azotar El Hierro con especial virulencia.
Hace justo un año (las inundaciones de El Hierro ocurrieron del 26 al 28 de enero de 2007), la isla herreña recibía el peor castigo de su historia, una desastre de magnitud superior al ocasionado por la tormenta tropical Delta y donde la fuerza de las aguas enterró viviendas, destrozó carreteras y se llevó vehículos y animales, una catástrofe que el presidente del Cabildo de El Hierro, Tomás Padrón, calificaba entonces de “diluvio herreño” y pedía auxilio para superar las graves consecuencias a las que se enfrentará la isla en los próximos meses.
Hoy, un año después de ese desastre, la isla de El Hierro está siendo castigada por las fuerza de vientos huracanados que han llegado a soplar con rachas superiores a 120 kilómetros por hora. Si hace un año se hablaba de “diluvio”, hoy bien podríamos estar refiriéndonos a “huracán herreño”.
Y es que, desde el pasado sábado, la isla está siendo sacudida por fuertes vientos, que se han dejado sentir con más fuerza en el Valle de El Golfo, Pozo de La Salud, y Valverde, aunque la práctica totalidad de la isla sufre la fuerza de las intensas rachas, a lo que hay que sumar una intensa calima.
El domingo pasado comenzaba la odisea herreña. Ese día, rachas de viento superiores a 120 kilómetros por hora, llevaban al Cabildo de El Hierro a declarar la alerta en la isla, una situación que avalaría, pocas horas después, el Gobierno de Canarias.
Se tuvo que desalojar el Balneario del Pozo de La Salud y alojar a sus clientes en el Parador de Turismo debido a la rotura de una de las planchas de la azotea.
(Yéssica)