LA PRESIÓN PUEDE CON HAMILTON:
A la decimosexta carrera, falló. Hamilton cometió su primer error del año cuando le faltaba media carrera para ganar el título. Parecía imposible, pero la presión la pagan todos, campeones y noveles. Su exceso de perfección, el celo de su jefe compitiendo contra Alonso y el punto de avaricia de querer coronarse en China con una victoria le pasó factura, le trituró con esa especial retranca que el destino reserva a los que tientan tantas veces la suerte, con una humillación.Se quedó empanzado, en la grava, con una rueda en las lonas, incapaz de moverse cuando tenía la salvación del repostaje a 100 metros. Alonso, que era tercero, acabó segundo. El Mundial dio un vuelco espectacular en un minuto y quince segundos, y mete a tres pilotos en la lucha por el título a una distancia de siete puntos.Hamilton, que estaba realizando una carrera perfecta, salió desde esa pole que le sirvió en bandeja su equipo con la solvencia de siempre. Paró en la vuelta 15 por lo que iba tieso en la tanda del sábado. Fernando salía cuarto, peleó por fuera con Massa, le pasó, el brasileño se la devolvió cuatro curvas más tarde y Fernando prefirió esperar que darse de codazos tan pronto. De no ser por aquello habría discutido la victoria con Raikkonen en el último tramo, pero la prudencia le dejó enterrado media carrera a expensas del milagro. Como así fue.
ANÁLISIS DE LA CARRERA
La carrera vino con lluvia justo al empezar. Los pilotos montaron gomas mixtas y tan bien les fue a todos que las dejaron puestas tras el primer repostaje. Seguían igual que como salieron, Lewis era virtual campeón. Hasta que la cosa se secó bastante allá por el giro 24 y a los tres de delante les entraron las dudas… ¿cambiamos? ¿esperamos por si llueve? ¿aguantamos hasta la segunda parada tal y como está?En estas, Alonso se deshizo de Massa con un doble adelantamiento magnífico coronado por el amago de lluvia que terminó por destrozar los nervios en McLaren. ¿Qué hacemos con nuestro chico?. Y en estas llegó Kimi como un vendaval y se comió a Lewis en el giro 28.Tanto esfuerzo en aguantar la posición empeoró el estado de los neumáticos del líder. Pero sobre todo no saber enfriarlos pisando zona mojada, y también las absurdas peleas en las que se metió con Trulli. Ni llovía ni acababa de llover, pero él era el primero en entrar al segundo repostaje, le quedaba poco.En el muro seguían confiando en que el ritmo era suficiente pese a perder dramáticametne 14 segundos en tres vueltas con Fernando. "Antes muerta que sencilla", parecía pensar Lewis-Dennis, prefiriendo el riesgo de romper a entrar y arriesgarse a tener que hacerlo otra vez poco después. Así se aseguraban puntuar. Pero la avaricia tiene eso que todos saben del saco y las lonas empezaron a aparecer en su neumático trasero izquierdo. Llegó tan nervioso y asustado al pit lane que entró como Sainz en un tramo del 1000 Lagos, pisó agua, giró fuerte, se salió y se quedó en un parterre de tierra sin tracción. A Dennis se le marcaba la vena. Incrédulo empujaba con la mente a los cuatro comisarios chinos, que no podían con aquella mole plateada. Hasta que paró el motor.El resto fue un paseo de Raikkonen. Le siguió Fernando, convertido a la religión tras el milagro de Shanghai por el que tanto rezó, pero a falta del segundo milagro de Interlagos.
Autor: Bruno García Fleitas 3ºB
No hay comentarios:
Publicar un comentario